Escoliosis en niños

La escoliosis infantil tiene mayor incidencia en la población que la escoliosis en la edad adulta, y para muchas de las personas que sufren escoliosis idiopática de adultos sus síntomas empezaron a parecer cuando eran niños. Por ello hoy nos centramos en analizar cómo la escoliosis en niños afecta a los segmentos más jóvenes de la población, cómo detectar a tiempo la dolencia y cómo tratarla para evitar que se agrave en posteriores años.

Tipos de escoliosis infantil

La escoliosis idiopática, es decir, que no se puede determinar una causa de aparición (como serían la escoliosis traumática o genética), es la más común entre la población infantil.

Esta escoliosis en niños se suele dividir en tres grupos, según la edad de aparición de la deformidad: infantil (hasta los 3 años y especialmente en bebés antes de los 6 meses), juvenil (entre los 3 y los 10 años) y adolescente (a partir de los 10 años). Cuanto más joven el paciente, más posibilidades de que la escoliosis se resuelva de forma espontánea. En cambio cuanta más tardía su aparición, se puede producir un empeoramiento de los síntomas que se extienda hasta la edad adulta y que precise de tratamientos correctivos más invasivos.

Cómo diagnosticar la escoliosis en niños

El médico traumatólogo es el que suele diagnosticar las escoliosis infantiles en sus diferentes grados. En muchos casos se puede diagnosticar con una simple exploración visual, dado que generalmente la desviación de la columna se traslada en descompensaciones entre ambos lados del cuerpo: un hombro más alto que el otro, caderas no simétricas, etc.

De todas formas, es necesaria una radiografía para verificar el diagnóstico, así como para obtener más información: de cuántos grados es la deformidad, la desviación no solo en el plano horizontal sino también la rotación de las vértebras, etc. De esta forma se podrá protocolarizar un tratamiento fisioterapéutico para tratar de corregir esta deformidad.

Tratamiento de la escoliosis infantil

El objetivo del tratamiento de la escoliosis infantil es algo diferente que en el caso de la escoliosis en adultos. En este caso, queremos evitar que la deformidad siga avanzando al alcanzar la madurez ósea, evitando que supere los 45-50º de curvatura.

La fisioterapia es el primer tratamiento (también el menos invasivo) a seguir en el caso de un diagnóstico positivo de escoliosis. Aunque hay diferentes tipos de fisioterapia que funcionan, la terapia RPG ha demostrado ser una de las más efectivas ya que es muy suave y progresiva. En el caso de los niños con escasa maduración ósea (más jóvenes) con una curvatura de 25-30º será necesario poner un corsé para intentar frenar la evolución. Será el equipo médico el que determinará las horas que se tendrá que llevar el corsé, las horas necesarias, etc.

La última opción, que intentaremos evitar por todos los medios, será la quirúrgica. Pero si todo lo anterior no ha conseguido evitar el avance de la deformidad, se tendrá que valorar como opción para mejorar la calidad de vida futura del paciente.

Si crees que tu hijo o hija podría sufrir de escoliosis o si tienes ya un diagnóstico por parte de un médico fisioterapeuta o traumatólogo, la terapia RPG puede ser muy efectiva para evitar el avance de la deformidad. Ponte en contacto con nosotros y nos encargaremos de presentarte un plan de fisioterapia RPG personalizado. Te esperamos.